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domingo, 1 de mayo de 2011

Qué es el Velorio de Cierre de la Cruz de Mayo (18 fotografías)

Dentro del conjunto de festividades de la  Cruz de Mayo destaca el Velorio de Cierre, también llamado  "Rabo de Velorio", otros más le denominan "bailorio", por las exhibiciones dancisticas que le caracterizan. Mantiene su estructura de acción para pagar promesas por los favores recibidos o para elevar nuevas peticiones. Este tipo de velorio, que se celebra el último fin de semana del mes de mayo, añade a su carácter festivo un conjunto de prácticas ancestrales; unas de carácter simbólico y otras de recreación artística.
Entre  las prácticas simbólicas destaca que al "cerrarse" de la Fiesta de la Cruz de Mayo comienza el tiempo de San Juan Bautista, es decir que las celebraciones que se darán después son honras para ese ente espiritual. Según la tradición había un grupo de devotos que le iban apagar una promesa a la Cruz de Mayo, pero por estar de fiesta llegaron tarde, al sitio donde estaba una cruz muy grande. Cuando revisaron consiguieron a San Juan Bautista que estaba solito y muy triste, sentado en el altar donde le habían abandonado. Los devotos recién llegados agarraron cargado al santo y se lo llevaron con ellos y le ofrecieron un altar. San Juan quedó tan agradecido que permaneció con ellos hasta el día de su cumpleaños, el 24 de junio. Además, San Juan en su alegría les otorgó todos los favores que le pidieron. Así quien organiza el Velorio de Cierre, le toca, en consecuencia, cargar con San Juan hasta cumpleaños del Santo y lo que pida se le otorgará, pues: "San Juan too lo tiene/ San Juan too lo da".  
A este tipo de velorio se le denomina "rabo", justamente, porque va al final de todo. De igual manera se entiende que quien hizo velorios en otras fecha de mayo debe acompañar a quienes "montan" este velorio en muestra de solidaridad y afecto.  Compartir es la palabra clave del Velorio de Cierre. 
Entre las prácticas artísticas  están el vestido de la Cruz, el engalanado de los altares, los cantos, los bailes y la ejecución de los instrumentos que prefiera el devoto: tambores, cuatros, maracas, bandolas, arpas y guaruras por igual son bien recibidos. Es costumbre obsequiar bebidas tradicionales como la guarapita, café o chocolate y algunos regalan las cruces que colocan en los altares, tal como lo hacen los estudiantes de la UNELLEZ- San Carlos, en su Servicio Comunitario, que año tras año realizan en el sector Cerro San Juan, al lado de los vecinos  y numerosos artistas que suman su voluntad para preservar esta tradición centenaria. Este año tendrá lugar el sábado 28 de mayo.

Para una mayor comprensión de esta actividad te ofreceremos una compilación de fotografías y sus respectivas leyendas, tomadas de la experiencia académica-artística que ya te referimos.



El fervor que despierta la Cruz de Mayo no tiene límites de edad,
 ni de sexo. En esta gráfica se aprecia el Conjunto de Danzas
 de la Fundación Parranda La Central Cojedes.



Altar en preparación elaborado (en plena acera)
por estudiantes del Servicio Comunitario de la
UNELLEZ San Carlos


"Altar de Bienvenida" que da inicio al recorrido que hacen
los devotos hasta llegar al  Altar  Mayor 


El recio sol no frena la asistencia de los seguidores de esta hermosa práctica.
Ya en horas de la tarde se respira un verdadero aire de festividad.



Apertura a cargo del Conjunto de Música Llanera "Los Hijos de Zamora": Eduardo Mejías (maracas); Franklin Díaz (bandola);
Luis Mena (bajo) y Carlos Muñoz Lamas (cuatrista y director).
Rinden su homenaje ante la gigantesca cruz del Altar Mayor,
cuya altura es superior a los cuatro metros.




Altar del cuerpo de baile del Servicio Comunitario de la
UNELLEZ-San Carlos con cruces y velas "plantadas" en la tierra,
 según la antigua tradición.  



Altar con cruces de distintos tamaños y diseños
colocado frente al patio de una casa.



Cantadores experimentados como Nemesio Zerpa
y Juan Bautista Monagas cantan sus tonos, salves y décimas
ante el Altar Mayor de la Santa Cruz de Mayo.
Es una de las tradiciones más antiguas
de la literatura oral en Venezuela.




La noche avanza y en la misma medida en que se encienden
las luces los organizadores del velorio, los vecinos
y demás invitados se multiplican visitando
los altares, intercambiando saludos y compartiendo
bebidas y comidas tradicionales. 

 


Jóvenes integrantes de distintas agrupaciones musicales,
entremezclados para animar la salida de los grupos
de danza y portadores de los santos
que subirán hasta el Altar Mayor.



Cantadores e instrumentistas de tambor, de distintas edades
y agrupaciones  se preparan para recibir a los
conjuntos de danzas y portadores de santos,
 en el pie del Altar Mayor.



Comienzo de la subida del Conjunto de Danzas del Servicio Comunitario
de la UNELLEZ-San Carlos. El porte de banderas
de distintos colores representa el espíritu de diversidad
y respeto que signa la amplitud
de este singular evento.



Jóvenes tamboreros de distintas agrupaciones esperan el arribo
de los santos en el Altar Mayor para emitir su sonora
descarga (fanfarria) que alienta el sabor popular del
Velorio de Cruz en el Cerro San Juan de San Carlos.



El público se mezcla con las bailarinas a un lado del Altar Mayor
y esperan juntos  la llegada de las imágenes de los santos traídas
por los capitanes de las distintas cofradías.



Arribo de los santos. San Juan Bautista portado por el maestro Freddy Sosa
y más atrás dos imágenes de San Juan Bautista Niño que le acompañarán
en el Altar Mayor. Los aplausos y vítores del público se unen
a los sonidos de los tambores y cantos.




Los asistentes se suman a las danzantes, improvisan figuras de bailes, mientras los sonidos del tambor se acompasan con
en una confluencia melódica de la cual es imposible
escapar sin el contagio que tales manifestaciones producen. 



El conjunto de danzas muestra las destrezas de las diferentes coreografías
de su repertorio ante el Altar Mayor,  siguiendo los acordes
de los tambores y en despliegue de sus facultades
adquiridas tras largas horas de ensayo.


Las bailarinas universitarias recuperan su orden de llegada e inician
su retiro del Altar Mayor, rodeadas  por sus improvisados  
compañeros de baile, admiradores y sus familiares.
El ritmo de los tambores se acelera
y anuncia la plena libertad de los asistentes.

Para despedirnos queremos obsequiarte esta décima de Teófilo Rodríguez:

Por la Santísima Cruz
se principió el alabado
fue Jesús Sacramentado
lleno de gracia y virtud
y te adoro buen Jesús
en la gracia en que me vea
si hay un verdugo que no me crea
bendito y alabado sea
de tu poder infinito
hoy te alabo Jesucristo.

Gracias por tu visita
Isaías Medina López



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